A la mañana desperté abrazada a Joe. Lo abracé más fuerte. Lo amaba tantísimo... Comencé a besarle por su torso, luego levanté mi cabeza y me dirigí a su cuello. Él junto más nuestros cuerpos por el lado aprentándome a él desde mi cintura, por donde me tenía cogida, pero aun no abría los ojos. Me senté sobre su cintura y comencé de nuevo a besarle, morderle y lamerle el cuello él comenzó a gruñir muy bajito. Luego dirigí mi boca a la suya y la comencé a besar dulcemente. Giré mi cara y abrí mi boca permitiendo pasar a su lengua, la cuál rápidamente buscó la mía. Comenzaron acariciándose y terminaron en una lucha a muerte. El beso cada vez era más apasionado y rápido. La respiración de Joe junto a la mía comenzaban a agitarse. Joe me dio la vuelta para quedar encima mío. Y comenzó a darme pequeños besos entre hermosos "Te amo". Luego bajó su boca a mi cuello y me mordió fuertemente, haciendo que varios gemidos más fuertes saliesen de mi garganta. Él siguió bajando su boca hasta llegar a mi pecho, ya desnudo, pues ya se había encargado de quitarme la camiseta. Se dirigió directamente a la parte más sensible de mi seno mordiéndolo y haciéndome gemir aun más fuerte. Bajó aun más su boca. Pasándo por mi estómago dando humedos besos por él. Se quedó dando besos a mi cintura mientras, MUY poco a poco apartaba mi panty. Me hacía desesperar su lentitud. Mientras bajaba mi panty él iba besando la piel que quedaba descubierta. Acercó su lengua a mi feminidad y la lamió suavemente.
-Díos Joe...
-¿Te gusta nena? ¿Quieres que siga?
-Sí Joe... me encanta, sigue por favor -Con la voz entrecortada a causa de las leves lamidas de Joe.-
Joe comenzó a meter su lengua más dentro mío, cada vez la movía más rápido. Los gemidos en mí ya eran incallables. Ese hombre si que sabía cómo hacer maravillas con su lengua. Yo por más que intentase silenciar mis gemidos, se me hacía imposible, y le rogaba a Joe que parase. Pero él en vez de detenerse, sin sacar su lengua de mí, introduzco un dedo. Y luego otro, haciendome ya imposible del todo callar si quiera un poco mis fuertes gemidos. Al final sin poder remediarlo llegué a un orgasmo chillando su nombre lo más flojo que pude. Él dejó mi feminidad y subió sus besos por mi estómago hasta mi boca besándome apasionadamente.
-Estás deliciosa...
-Ay Joe, no debiste hacer eso
-Haberme detenido
-No podía¬¬
-Ah! No es culpa mía :3
-Ow*-* Estás loquito amor
-Loquito por vos ¿sabés?
-Sí, lo sé -Dándole un rápido beso.- Mm... tengo hambre Joe
-Aquí tienes mucho que comer (6) -Te quedaste pescando y al final entendiste.-
-¡JOSEPH!¬¬
-Ya lo siento, es que no pude evitarlo :3
-Ya okey, pero vamos a desayunar porfa :3
-Aw*-* Espérate aquí ¿sí?
-Okey:$
Él salió del cuarto y al rato vuelve con una bandeja con el desayuno.
-Aquí le traigo el desayuno princesa.
-Ow*-*
Se sentó a mi lado y comenzamos a desayunar entre besos, caricias y risas.
-Pequeña ¿vamos a cenar esta noche?
-¿Solos?
-Claro
-Okey.
-Paso a por ti a las 8 p.m ¿sí?
-Okey mi amor. Ahora me tengo que ir
-Tienes sesión de fotos ¿cierto?
-Ajam
-¿Puedo ir a verte? :3
-Ay, no sé si te dejarán.
-Intentamos ¿sí?
-Bueno, okey.
Joe y yo nos vestimos y luego salimos del cuarto. Nos despedimos de su familia y fuimos al auto y me llevó hasta el edificio donde había hecho anteriormente la pasarela. Ahí me recibió Chad.
-Hola Annie, hermosa.
-Hola Chad. Hey, ¿podría pasar? -Señalándo a Joe.-
-Mm... bueno, no creo que sea lo mejor, pero bueno, da igual, que pase.
-¡Gracias!
-Venga vamos. -Os conduzco por unos pasillos y se detubo en una enorme sala blanca con decorados, focos, camaras y mucha gente.- Aquí que se quede él.
-Ahora nos vemos mi amor
-Te quiero hermosa -Beso.-
-Vamos Annie.
Chad me llevó hasta un vestuario y me dejó varias prendas para que me fuese cambiando. Me puse la primera y fui hacia el estudio. Al verme entrar así Joe se quedó con la boca abierta, como la mayoría de hombres. Me fueron haciendo varias fotos con las diferentes ropas. Luego me hicieron un book que quedó algo así.
Wow... esa chica era realmente sexy. Era increíble como posaba tan sexy con tanta facilidad. Hermosa. Se pusiese lo que se pusiese estaba hermosa y sexy, muy sexy, demasiado para mi poco aguante.
Cuando acabé de hacer todas las fotos y de volverme a cambiar salí en busca de Joe. Cuando lo encontré, estaba de espaldas a mí. Rodeé su cintura con mis brazos y mordí su cuello y luego le susurré al oído.
-¿Te gustaron?
-¿Bromeas? Wow, eres muy sexy mi amor.
-Eso intenté. Jajaja
-Pues lo lograste, y de maravilla.
-Mm... no sé si creerte. -Noté como su mano descendía de mi cadera hasta mi miembro, al tocarlo se asombró.-Vale, okey, te creo.
-Ya te dije nena.
-Bueno, ahora voy a casa a arreglarme para esta noche ¿sí?
-Ay no, no quiero que te vayas.
-¡Pero Joe! Tendré que arreglarme ¿no querrás que vaya así?
-¿Qué más da lo que te pongas? Acabarás sin ello -Le dije en un susurro sobre sus labios.-
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